México, la segunda mayor economía de América Latina y también uno de los países más poblados a nivel mundial, cuenta con una numerosa fuerza laboral. La
roza ya los 70 millones de personas, lo cual equivale a aproximadamente el 60% de la
. De los mexicanos económicamente activos, alrededor del 97% tiene
Las condiciones laborales según los trabajadores mexicanos
Tener un empleo es primordial para asegurarse los medios de vida, pero la forma en la que éste se realiza también es de suma importancia para el bienestar de los mexicanos. Más de la mitad de los trabajadores encuestados en México afirma que las condiciones de su trabajo son malas. De hecho, cerca del 16% de las
renuncias registradas en el país en 2024 se debieron precisamente al deterioro de estas hasta llegar, en ciertos casos, a implicar un riesgo personal o para la salud. Los bajos salarios son uno de los principales factores desmotivadores del trabajador. Y es que el
sueldo mínimo nominal por día es inferior a los 250 pesos mexicanos, salvo en la Zona Libre de la Frontera Norte, donde es claramente superior. Asimismo, entre otros de los rasgos que pueden definir la precariedad en el trabajo figuran una significativa
brecha salarial de género e incluso el acoso laboral, un problema latente y muchas veces ignorado. No en vano, cuatro de cada diez profesionales mexicanos ha sido victima de
mobbing en alguna ocasión y casi el 70% reconoce haber sido testigo de este tipo de abuso en contra de algún compañero. Es más, el
número de abandonos por esta causa en México creció en más de un 16% en 2024, situándose al borde de los 127.950. Un gran porcentaje son mujeres, lo que no sorprende si se considera que el
acoso de tipo sexual continúa siendo el más común.
El problema estructural de la informalidad
La
economía informal es uno de los problemas estructurales más notables en la mayoría de los países de América Latina y México no es la excepción. No en vano,
representa más del 20% del PIB mexicano y más de la mitad de los puestos de trabajo creados en 2023 fueron de carácter informal. Así, tras el notable descenso experimentado durante la pandemia de COVID-19, la
nación azteca finalizó el tercer trimestre de 2024 con una tasa de informalidad del 54,2%. Si bien este porcentaje no es el más elevado del último lustro, deja entrever el relevante peso que el sector sigue teniendo en la economía nacional.
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