Este panorama trae de la mano un incremento constante en la inversión destinada a unas pensiones cuya cuantía no siempre alcanza para vivir de forma desahogada. Si bien es cierto que el importe medio de las pensiones de jubilación en España asciende a algo más de 1.100 euros, existen grandes diferencias dependiendo del régimen y el lugar de residencia. Así, por ejemplo, mientras que los pensionistas pertenecientes al régimen general perciben mensualmente 1.235 euros o más, la cifra desciende hasta menos de 800 euros en el caso de los trabajadores autónomos. De igual forma, los jubilados de Asturias, País Vasco y Madrid reciben de media pensiones más elevadas que aquellos residentes en Extremadura.
Del importe recibido, más de un 38% es destinado al pago de los costes básicos de la vivienda y un 16%, a alimentación. Ahora bien, si ciertamente el importe dedicado al consumo de bienes y servicios vinculados a la salud es inferior al de los gastos básicos, estos no dejan de jugar un papel importante. Las visitas a médicos especialistas, así como la adquisición de medicamentos , son algunos de los productos y servicios con mayor demanda entre la población mayor de 65 años. Por su parte, la cuantía invertida en turismo era mucho menos significativa, representando apenas un 6% del total de los gastos de las personas incluidas en este rango de edad.