Locos por las proteínas
La demanda de proteína ha aumentado notablemente y continuará haciéndolo en un futuro cercano; un hecho que no sorprende si se tiene en cuenta el creciente interés suscitado entre la población por el culturismo, el fitness o el running, modalidades estas muy exigentes en cuanto a la ingesta cotidiana de este macronutriente. Más del 50% de esta demanda es satisfecha en el caso de los deportistas por alimentos de origen animal, principalmente carne de pollo, huevos y lácteos. Sin embargo, no siempre se logra alcanzar la meta calórica diaria únicamente con alimentos convencionales y es en este escenario donde emerge una de las piedras angulares del negocio: la proteína de suero. También conocida como proteína whey, este tipo de suplemento se ha popularizado (especialmente en su formato en polvo) hasta el punto de que su valor de mercado previsto para 2033 rebasa los 40.000 millones de dólares estadounidenses. Es más, su volumen de consumo rondará las 34.000 toneladas en 2030, es decir, un 5% más respecto a 2022. Asimismo, las alternativas veganas también vienen pisando fuerte. Tal es el caso de la proteína de guisante, que ha pasado de ser prácticamente una desconocida a convertirse en una de las opciones más prometedoras, con un CAGR estimado del 7% entre 2023 y 2033.Pero no sólo de proteína vive el deportista. Existe una amplia variedad de sustancias adicionales destinadas a apoyar las etapas de pre-entreno, intra-entreno y post-entreno. Dentro de este largo listado hay cuatro (aparte de la ya mencionada proteína) que gozan de excelentes proyecciones de mercado debido a sus beneficios y versatilidad: la creatina, los aminoácidos de cadena ramificada (BCAA), el óxido nítrico y las vitaminas.