El enorme impacto de la moda en la sociedad se ha mantenido intacto a lo largo de los siglos. No en vano, las prendas de vestir siempre se han considerado en las diferentes épocas históricas un signo importante de estatus social o riqueza y el calzado y los accesorios no se quedan atrás. Una de las razones principales que han permitido al sector conservar esta posición de dominio es su capacidad de cambio, ajustándose a los tiempos modernos a medida que surgen nuevas necesidades. Así, con el auge de Internet en el siglo XXI y la popularización de la conocida como moda rápida, el mercado se trasladó al mundo virtual ya a comienzos de los 2000. De esta forma, los consumidores ya estaban relativamente familiarizados con esta forma de comprar antes de que la pandemia de COVID-19 la convirtiera en la única alternativa para adquirir este tipo de artículos. De hecho, alrededor de una quinta parte de la población ya recurría por ese entonces a la Red para hacerse con ellos. Es por esto, que a diferencia de lo ocurrido en otras industrias, la crisis sanitaria no hizo sino potenciar el ya imparable avance del negocio online de la moda, cuyos ingresos a cierre de 2022 superaban los 700.000 millones de dólares estadounidenses. Más de la mitad de esa facturación procedió de la ropa, que sin lugar a dudas, se ha afianzado año tras año como el segmento protagonista dentro de este sector y todo parece indicar que seguirá siéndolo en el futuro.
La superioridad del gigante asiático se debe, en gran parte, al éxito arrollador de Shein, que sigue coronándose mes a mes como el portal de moda más visitado del mundo. Es más, su tráfico alcanzó tales niveles en 2022, que no sólo se consagró como la segunda tienda de ecommerce con mayor crecimiento del mundo y la primera relacionada con la confección de prendas de vestir, sino que además logró duplicar los ingresos generados en 2021, cerrando su último ejercicio con unas ventas de 30.000 millones de dólares. Por su parte, el Tío Sam ha de agradecer su buen posicionamiento a clásicos como Nike, cuya web se mantiene siempre entre las tres más populares, y The RealReal. En lo que respecta a capitalización de mercado, dos nombres europeos logran colarse en el podio, Zalando y The Hut Group, si bien vuelve a ser asiático, y más concretamente chino, quien encabeza la clasificación mundial.
Los gigantes del sector
A pesar de la cada vez mayor penetración del comercio electrónico en todo el mundo –con África como la única área geográfica donde su avance encuentra enormes dificultades debido a la baja calidad de las telecomunicaciones- son Asia y América las dos regiones donde la moda online parece funcionar mejor. Sólo en 2022, más del 31% de la facturación registrada por esta industria en ambos continentes procedía de las ventas en Internet. Pero este dato no sorprende si se considera que, precisamente, China y Estados Unidos se posicionan como los mercados que más ingresan gracias a la compra en línea de vestidos, zapatos, bolsos y similares, llegando a superar incluso los 253.500 millones de dólares en el caso del país presidido por Xi Jinping.La superioridad del gigante asiático se debe, en gran parte, al éxito arrollador de Shein, que sigue coronándose mes a mes como el portal de moda más visitado del mundo. Es más, su tráfico alcanzó tales niveles en 2022, que no sólo se consagró como la segunda tienda de ecommerce con mayor crecimiento del mundo y la primera relacionada con la confección de prendas de vestir, sino que además logró duplicar los ingresos generados en 2021, cerrando su último ejercicio con unas ventas de 30.000 millones de dólares. Por su parte, el Tío Sam ha de agradecer su buen posicionamiento a clásicos como Nike, cuya web se mantiene siempre entre las tres más populares, y The RealReal. En lo que respecta a capitalización de mercado, dos nombres europeos logran colarse en el podio, Zalando y The Hut Group, si bien vuelve a ser asiático, y más concretamente chino, quien encabeza la clasificación mundial.
